Resistencia a la insulina

La insulina es una hormona que actúa sobre múltiples órganos, de manera que su influencia en el organismo es sumamente importante y extensa.

Los efectos de la insulina más comúnmente conocidos son los relacionados con el metabolismo de los carbohidratos, en dónde permite la disminución de los níveles de glucosa en sangre gracias a que disminuye la formación y liberación de glucosa y aumenta el almacenamiento y utilización de la misma. La insulina, además, potencia el almacenamiento de los lípidos en el tejdo adiposo y, a nivel endotelial, promueve la vasodilatación.

¿ Qué significa tener resistencia a la insulina?

En la resistencia a la insulina la hormona no puede ejercer su función en las células del organismo, lo cual es compensado aumentando su producción, para de esta manera, con mayor cantidad de insulina lograr el objetivo de mantener las cifras de glucosa en sangre dentro de parámetros aceptables.  Esto trae como consecuencia para el cuerpo en aumento del tejido adiposo con el consiguiente aumento de peso y riesgo de esteatosis hepática (hígado graso); aumento de la presión arterial, aumento de los triglicéridos y de las lipoproteínas de baja densidad con disminución de las lipoproteínas de alta densidad, lo que conlleva a un incremento del riesgo de enfermedad aterosclerótica y se traduce en mayor aumento del riesgo cardiovascular, y cuando esta condición se prolonga en el tiempo, ocurre la elevación de los níveles de glucosa en sangre.

Uno de los motivos de consulta más frecuente que permite realizar el diagnóstico de resistencia a la insulina es la presencia de acantosis nigricans, que es el aumento de pigmentación de la piel pricipalmente en zona posterior del cuello, aunque también puede presentarse en las axilas y la zona inguinal. Igualmente, se registra la presencia de acrocordones, que son pequeñas protuberancias benignas de la piel que también pueden aparecer en el cuello.

¿ Qué puedo hacer si tengo resistencia a la insulina ?

La resistencia a la insulina puede ser considerada como un estadío primario de alteraciones mucho más importantes que, en caso de que la insulinoresistencia no sea controlada, van a aparecer inevitablemente, de manera que podemos tomarla como la última señal de alarma que nos envía el cuerpo. Es un momento de oro en el que todas las medidas que podemos tomar tienen un gran beneficio para nuestra salud.

Es sumamente importante realizar cambios en el estilo de vida, principalmente en lo referente a la dieta y el ejercicio.  Se debe evitar por completo del consumo de alimentos dulces y se debe diseñar un plan de ejercicios fundamentalmente aeróbicos que estén acorde al estado de salud y a la capacidad física del paciente.  Desde luego, es necesario iniciar un esquema terapéutico individualizado y personalizado, adecuado a los diferentes factores de riesgo que pueda presentar el paciente, para lo cual sugerimos consultar con un especialista en el área.

¿Porqué no puedo adelgazar tan fácil como antes?

Es una observación sumamente frecuente el hecho de que en la medida en que cumplimos años poder perder peso se hace cada vez más difícil, ¿Porqué ocurre esto?

Además de variables como alimentación, actividad física, horas de sueño; existe un factor fundamental que influye en la capacidad para perder peso:  la masa muscular.

El músculo es un órgano fundamental para el consumo de glucosa mediada por la insulina, por lo tanto, cuanto mayor sea la masa muscular existe mayor utilización de glucosa por parte del músculo con la realización de ejercicio.  Con el paso del tiempo y el sedentarismo, esta masa muscular disminuye, lo que se traduce en menor utilización de glucosa por parte del músculo y, por ende, mayor producción de insulina para metabolizarla. Esto conlleva a un aumento de los efectos de la insulina tales como el acúmulo de tejido adiposo a nivel abdominal.

Este aspecto es sumamente importante, no sólo explica el papel fundamental que cumple el ejercicio para poder perder peso, sino que a su vez permite ver el fraude que constituyen todas aquellas "opciones" para perder peso  " fácil " sin hacer ejercicio.

Allí se encuentra la estrategia fundamental de la industria farmacéutica. Es ampliamente conocido a lo largo de los años el "efecto rebote" que presentan los "medicamentos para perder peso". Sin una estrategia adecuada de actividad física el paciente continuará perdiendo masa muscular, y esa pérdida de peso inicial que experimenta el paciente no es físicamente posible mantenerla en el tiempo; por el contrario, se convierte en una ilusión mientras continúa la pérdida de masa muscular, y por lo tanto, se perpetúa el mecanismo fundamental que origina su obesidad, lo que le asegura a la industria un consumidor de por vida.

Actualmente existe un boom con un medicamento "mágico" para perder peso, el cual ha sido protagonista de una de las campañas publicitarias más impresionantes conocidas en la industria. Con este medicamento han perfeccionado su estrategia por cuanto el paciente presenta una mayor pérdida de peso inicial, pero este peso perdido no es sólo de tejido adiposo sino que además se hace a expensas de masa muscular, lo que garantiza que el paciente jamás pueda superar su problema de obesidad; por el contrario, está contribuyendo a perpetuarla.

De manera que mi recomendación al respecto es que el paciente logre concientizarse de que tiene un problema de salud, ser honesto para reconocer los factores que lo han llevado hasta este punto, y buscar ayuda profesional adecuada, en este caso con un equipo multidisciplinario conformado fundamentalmente por un endocrinólogo, un nutricionista y un entrenador físico. De esta manera, además de lograr pérdida de peso sostenida en el tiempo, estaría mejorando su condición física y su salud en términos globales.

Dr. Armando R. Duque Omaña

Internista Endocrinólogo