Osteoporosis, un destino evitable



 Osteoporosis, un destino evitable


Es de conocimiento popular el hecho de que las personas mayores tienen huesos más frágiles, pero, ¿porqué ocurre esto?, y lo más importante, ¿se puede evitar?

La adquisición de hueso se complementa a finales de la adolescencia, este período representa el punto crítico de ganancia de masa ósea, durante el mismo se obtiene el 60% de la masa ósea final del adulto.

La herencia explica gran parte de las diferencias en la adquisición de hueso. la raza es un factor fundamental, los afroamericanos tienen mayor masa ósea que sus pares caucásicos. Otros factores muy importantes son la actividad física y una adecuada nutrición.

Una vez que se alcanza la masa ósea máxima, esta permanece estable hasta el final de la tercera década y principio de la cuarta década de la vida.

La osteopenia u osteoporosis son los términos médicos utilizados para describir la presencia de huesos frágiles que presentan mayor riesgo de fractura. Los huesos no son estructuras estáticas con la única función de dar soporte físico al cuerpo; por el contrario, el hueso es un órgano con funciones endocrinológicas que se encuentra en un proceso constante y simultáneo de formación y resorción denominado remodelación ósea, cuya regulación determina la densidad mineral ósea.

La pérdida de esta densidad mineral ósea es lo que determina la fragilidad del hueso, en los casos leves recibe la denominación de osteopenia y cuando esta pérdida se acentúa, con mayor riesgo de fractura, se denomina osteoporosis. Se han determinado múltiples factores de riesgo para el desarrollo de estas patologías, dentro de los que tenemos los siguientes:


- Factores genéticos

- Edad

- Hábitos: consumo de alcohol y tabaco

- Fármacos: glucocorticoides, heparina, levotiroxina, etc.

- Trastornos endocrinológicos: Diabetes mellitus, hipertiroidismo,       hiperparatiroidismo, menopausia, etc.

- Enfermedades autoinmunes

- Enfermedades hematológicas

- Enfermedad renal

- Enfermedad hepática

- HIV/SIDA


El médico endocrinólogo evalúa los diferentes factores de riesgo de cada paciente con la finalidad de tomar las medidas que le permitan corregir los mismos y de esta manera  poder evitar el desarrollo de una osteopenia y posterior osteoporosis, motivo por el cual lo consideramos un destino evitable; y en aquellos pacientes donde ya existe un deterioro de su densidad mineral ósea, poder tomar las medidas terapéuticas adecuadas a cada caso.

Un factor de riesgo importante lo encontramos en la menopausia, y esto se debe a que la disminución de la concentración de estrógenos libera la supresión de factores de resorción ósea con lo que aumenta el aporte de calcio desde los huesos a la circulación y la excreción renal del mismo, se calcula que después de una década esto explica la pérdida de un 13% de la masa ósea inicial.

En etapas avanzadas de la vida, el deterioro de la función renal e intestinal influyen en la menor conversión de vitamina D en el riñón, menor absorción de calcio a nivel intestinal con la consecuente secreción compensatoria de parathormona y la inducción de mayor resorción ósea mediada por esta.



Las fracturas osteoporóticas son un importante problema de salud pública, se estima que la mitad de las personas mayores a 55 años tienen una masa ósea baja, bien sea en rango de osteopenia u osteoporosis, lo que les confiere mayor riesgo de fractura

Las mujeres presentan el doble de fracturas relacionadas con la osteoporosis que los hombres, lo que evidencia las diferencias de las propiedades óseas relacionadas con el género, así como la pérdida importante de masa ósea relacionada con le menopausia, con la importancia de que la mortalidad al primer año, después de una fractura de cadera, es de alrededor del 20%.

Este aspecto no es exclusivo de las mujeres, por el contrario, un tercio de las fracturas de cadera ocurre en hombres y su tasa de mortalidad es aún mayor.

Además de la mencionada fractura de cadera, otras fracturas comunes relacionadas con la pérdida de la masa ósea incluyen:

- Cuerpos vertebrales

- Antebrazo distal

- Fémur proximal

- Costillas

- Otros huesos largos


Aspectos no farmacológicos en el manejo de la osteoporosis



Gran parte del tratamiento no farmacológico incluye ejercicio, prevención de caídas, nutrición, psicoterapia, actividades recreativas, etc.

Se ha dedicado mínima atención al papel del ejercicio en pacientes con osteoporosis establecida debido a la preocupación que genera la posibilidad de presentar nuevas lesiones como conseciencia de la actividad física. 

La actividad física disminuye la pérdida de la masa ósea, otorga mayor equilibrio al esqueleto, aumenta la fuerza muscular, lo que ayuda a reducir el dolor y a aumentar la capacidad funcional del paciente. Las personas más frágiles pueden implementar con éxito regímenes de ejercicio menores con ayuda de un fisioterapeuta especializado.

La gran mayoría de las fracturas de cadera se producen como consecuencia de una caída por lo que las estrategias dirigidas a evitar las mismas son de importancia vital. La disminución de la masa muscular y la pérdida secundaria de fuerza aumentan el riesgo de caídas, por lo que los ejercicios de resistencia, al aumentar la fuerza muscular de las extremidades, mejoran la postura y el equilibrio del paciente con lo que se disminuye notablemente el riesgo de caídas.

Otros factores importantes a tomar en cuenta para disminuir el riesgo de caídas son adecuada iluminación, corrección de alteraciones visuales, evitar superficies resbalosas u objetos que puedan entorpecer el desplazamiento, el uso de bastones o andaderas y tener especial cuidado con los medicamentos que pueden producir somnolencia o alteraciones del equilibrio.

Debido a que la finalidad del blog no es propiciar la automedicación, práctica nociva de la que estamos completamente en contra, no abordamos los aspectos farmacológicos del tratamiento lo cuales deben ser indicados por su endocrinólogo, de acuerdo a las particularidades de cada caso.

La osteopenia y osteoporosis son destinos completamente evitables  desde edades muy tempranas, al tomar las medidas necesarias que permitan obtener una masa ósea adecuada durante la adolescencia y evitando los factores de riesgo que precipitan la pérdida de la misma a lo largo de la vida.






Dr. Armando R. Duque Omaña

Internista Endocrinólogo

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