La insulina me va a dejar ciega
La insulina me va a dejar ciega
En muchas oportunidades se escuchan afirmaciones de este tipo con la consiguiente negativa a utilizar el fármaco, argumentando para ello varios ejemplos de como un familiar, un vecino, un amigo, "un conocido de un conocido" cuya salud al parecer era perfecta hasta el momento en que le indicaron el inicio de la terapia con insulina, y posterior al inicio de la misma comenzaron a presentar alteraciones visuales, renales, o tuvieron que amputarle alguna extremidad, e incluso, hemos conocido pacientes de la tercera edad que aseguran haber tenido una visión perfecta hasta el momento en que, posterior a su primera dosis de insulina, desarrolaron de manera súbita signos de presbicia acorde a su edad.
Comprendo que se pueda realizar esta asociación por la aparente relación temporal que existe, en muchos casos, entre el inicio de la insulinoterapia y la etapa final de las complicaciones tanto micro como macrovasculares que ha desarrollado el paciente durante años; sin embargo, realizar este tipo de asociaciones es similar a pensar que sí alguien sufre un infarto mientras está tomando agua, la causa del infarto es el agua y luego afirmar: ¡El agua produce infartos!
Es pertinente recordar que la insulina es una hormona producida de manera natural por el cuerpo de cada uno de nosotros, y son precisamente los trastornos en su secreción o utilización lo que ocasionan enfermedad, constituyéndose así la diabetes mellitus en la enfermedad endocrinológica por excelencia.
Antes de su aislamiento y comercialización, las personas que presentaban déficit en su producción de insulina estaban condenadas a una muerte segura, es gracias a la disponibilidad comercial de la misma que actualmente millones de personas pueden realizar una vida normal, e incluso, destacarse como atletas de alta competencia. Un ejemplo famoso lo tenemos en Nacho, defensa y actual capitán del Real Madrid, quién fue diagnosticado con diabetes mellitus tipo 1 durante la infancia.
¿Entonces por qué "todo el mundo" dice que la insulina es mala?
La respuesta a esto se encuentra en la palabra control. La diabetes mellitus es una enfermedad crónica cuyo pronóstico está fuertemente relacionado al control adecuado alcanzado por el paciente durante la misma, y es justo en este punto donde se puede entender ¿Por qué el doctor insiste en que disminuya más mis cifras de glucemia sí ya así yo me siento bien?
Está ampliamente demostrada la asociación entre las cifras de glucemia que presenta un paciente y el desarrollo de las complicaciones propias de la diabetes en el mismo, de manera que aquellos pacientes cuyo diagnóstico fue realizado de manera oportuna, y su control a lo largo de los años ha sido adecuado, tienen un riesgo bajo para presentar complicaciones derivadas de la enfermedad; por el contrario, aquellos pacientes que tuvieron un diagnostico tardío y/o presentan un control inadecuado de la enfermedad tienen mayor riesgo para desarrollar estas complicaciones.
Es importante resaltar el diagnóstico oportuno, esto permite tomar medidas fundamentales a evitar el avance de la enfermedad y las complicaciones que de ella se derivan, por lo tanto, recomendamos a la población general una evaluación de salud completa por lo menos una vez al año.
Para el tratamiento de la diabetes el médico endocrinólogo hace uso de una gran variedad de medicamentos, en su mayoría administrados por vía oral, con la finalidad de lograr el control adecuado de la misma y de las diversas comorbilidades que puede presentar cada paciente.
El endocrinólogo establece un plan terapéutico y de control personalizado, lo que le permite realizar los ajustes de tratamiento necesarios en el momento oportuno, identificar y corregir factores de riesgo asociados y signos incipientes de las complicaciones propias de la diabetes; sin embargo, debido a la evolución natural de la enfermedad, existe un momento en que estos medicamentos no son efectivos para alcanzar el control adecuado y es cuando se debe recurrir directamente a la insulina para poder lograr ese objetivo.
De manera que el inicio de la terapia con insulina se realiza generalmente cuando no se logra el control adecuado de la diabetes con los medicamentos administrados vía oral, lo que coincide generalmente con años de evolución de la enfermedad y con el estadío avanzado de las complicaciones que el paciente ha desarrollado a lo largo de los años, pero estas no son causadas por el uso de la insulina, así como el hecho de tomar agua tampoco produce infartos, de manera que puede tomar agua con confianza.
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