Juicio a la metformina: ¿Heroína o villana?

Pocos medicamentos han sido tan vílmente atacados por youtubers, influencers y demás "intelectuales" de google o "médicos" de wikipedia como lo han hecho con la metformina, pero ¿por qué tanta gente habla mal de la metformina?, como dirían los periodistas deportivos españoles que justifican los ataques racistas contra Vinicius,  ¡Algo malo habrá hecho!

Definitivamente la metformina nunca ha sido la hija de los ojos de la industria farmacéutica. Pasaron casi 40 años desde el inicio de su utilización comercial en Europa para lograr ser aprobada en los Estados Unidos, y muchos años más, para que lograran incluirla en sus guías de recomendaciones; sin embargo, la evidencia fue tan abrumadoramente favorable que, actualmente, es recomendada como fármaco de primera línea en casi todas, por no decir todas las publicaciones especializadas para el tratamiento de la diabetes.

Sin embargo, estamos en este juicio para definir si la protagonista es una heroína como dicen algunos o es una villana como piensa "casi todo el mundo". Como en todo juicio existe evidencia aportada por cada una de las partes involucradas con la finalidad de poder demostrar la inocencia o culpabilidad de la acusada. ¡Comencemos!

Tiene la palabra la defensa

La metformina es un producto muy antigüo, de hecho la planta europea de donde proviene ha sido utilizada durante siglos en ese continente. Como sustancia aislada tiene más de un siglo y como medicamente comercializado tiene casi 70 años de uso, de manera que no es el fármaco de moda del momento, lo que constituye una enorme ventaja.

Al tener tantos años de uso y al haber sido utilizada en decenas de millones de pacientes la evidencia de sus efectos es contundente, ampliamente conocida y sumamente confiable; a diferencia de los fármacos nuevos que siempre van a estar bajo la sombra de la duda sobre lo que pasará cuando sean administrados en forma masiva.

La metformina ha demostrado una gran eficacia en el tratamiento tanto de la resistencia a la insulina, como de la prediabetes y diabetes. La metformina logra disminuir la formación de glucosa en el hígado, disminuye la liberación a la sangre de la glucosa que ya ha sido formada previamente y aumenta la captación y utilización de la glucosa por parte de las células, lo que se traduce en un descenso considerable de los niveles de glucosa en sangre lo que conlleva a menor necesidad de secreción de insulina, es considerado un fármaco de primera línea en todas estas patologías y es el fármaco de elección para terapia combinada debido a su mecanismo de acción complementario.

Debido a la disminución de las necesidades de secreción de insulina, la metformina representa un papel importante en otras patologías como el síndrome de ovario poliquístico, dislipidemia, sobrepeso y obesidad.

En el síndrome de ovario poliquístico (SOPQ) ha demostrado disminución del hirsutismo en el 19.1% de las pacientes tratadas durante 6 meses mediante la menor producción de andrógenos por parte de las células de la teca. En mujeres obesas con SOPQ disminuye la hiperinsulinemia, las concentraciones basales y estimuladas de LH y las de testosterona libre.

Tiene la palabra el acusador

Todos sabemos que la metformina es una villana, tiene cara de villana, tiene nombre de villana, camina como villana, habla como villana, se ha aprovechado de la confianza de millones de inocentes para luego producirles flatulencias, cólicos y diarrea, además, tenemos el testimonio confiable de múltiples youtubers, influencers, "intelectuales" de google y "médicos" que wikipedia que aseguran que la metformina daña los riñones, el hígado y el corazón, por lo tanto solicitamos su condena, pedimos que sea retirada del mercado y que su nombre sea borrado para siempre de todas las guías de recomendaciones de las asociaciones de diabetes y endocrinología del mundo.

Evidencia

La metformina no es bien tolerada por algunos pacientes, se estima que alrededor del 5% de los pacientes a nivel mundial que la utilizan experimentan intolerancia gastrointestinal independientemente de la dosis. Existen otros casos en que se ha logrado su tolerancia gracias a un manejo adecuado de las dosis desde el inicio y a la utilización de medicamentos de liberación prolongada.

Existe confusión dentro de la población general con respecto a las contraindicaciones de un medicamento y a los efectos adversos de los mismos, y como en muchos casos estos temas son tratados a través de los medios de comunicación y redes sociales por miembros de la población general, esta confusión se generaliza y se convierte en un relato oficial.

Por lo tanto es sumamente importante aclarar esta diferencia, las contraindicaciones son las situaciones clínicas particulares en las cuales se desaconseja la utilización de un medicamento, así tenemos que la metformina no debe ser utilizada en pacientes con insuficiencia renal, hepática o cardíaca.

Esto no significa que la metformina sea la causa de estas complicaciones, lo que significa es que ante un paciente que ya presenta cualquiera de estas enfermedades en el momento en que se va a indicar el tratamiento, no se debe utilizar a la metformina.

Por otra parte los efectos adversos son efectos no deseados que ocurren con la administración de un medicamento, la mayoría de los cuales aparecen luego de que un medicamento sea utilizado en la población general, lo que ha llevado en muchas oportunidades al retiro de medicamentos que prometían muy buenos resultados.

Esta es una ventaja fundamental de nuestra vieja conocida metformina, que como mencionamos previamente tiene 70 años de uso y es conocido que puede producir intolerancia gastrointestinal, a diferencia de los medicamentos nuevos cuyos efectos adversos se descubrirán en los pacientes que comiencen a utilizarlos.

Veredicto

Una vez escuchados los argumentos de ambas partes y analizada la evidencia solicitamos muy respetuosamente a nuestro jurado que se retire a deliberar y al tener su veredicto lo informe en los comentarios o a través de nuestro formulario de contacto ubicado en la página principal del blog.

Dr. Armando R. Duque Omaña

Internista Endocrinólogo